La Cajita

Cuando nos embarcamos en La Naturadora teníamos en mente comprarnos unos portátiles y trabajar desde casa de alguna, hacernos unas tarjetitas caseras y poco más. Pero entonces apareció Rui.

Rui es una de esas personas que dónde otros ven competencia, él ve colaboración. Nos invitó a compartir espacio en su agencia de comunicación, nos regaló una imagen, material corporativo y nos animó a que ideásemos un pequeño recurso promocional. Y así fue como nos inventamos nuestro complejo estimulante para proyectos extraordinarios.

Le llamamos la cajita, pero es mucho más que eso. La cajita nos abrió muchas puertas, y sobre todo nos permitió demostrar las cosas que éramos capaces de hacer antes de haberlas hecho.

Hoy, después de cuatro años, hemos cambiado de imagen, hemos pasado por dos locales, con bastante frecuencia cargamos nuestros portátiles y trabajamos al ladito de la chimenea en Canor, con los pies en remojo en el Baladrar, o con unas cañas en el bar, pero la cajita sigue siendo nuestra presentación de empresa y todavía no se han descrito efectos adversos.  Gracietes Rui.