¡La Natu ya está de nuevo en Marruecos!
De nuevo por mí, que repito. Y de nuevas para Carmen, que se estrena. Y de nuevas para las dos esto del Rally.
Nos llevan como a la falsa moneda, pasando de coche en coche (porque vamos de paquete claro, esto de no tener vehículo propio…), pero vamos, que mientras no nos dejen en tierra, nosotras ni mú.
Y no es sólo lo del coche, ayer cambiamos de cama dos veces, y hoy todavía no hemos preguntado donde vamos a dormir, pero vamos sólo son las 12:09… Hay tiempo…
Tengo que confesar que empiezo a escribir con algo de presión, cuando lo hice en los reconocimientos ya me pasó. Si lo que escribes no es personal no tiene gracia, pero compartir lo personal en internet, cuesta. Y eso que ingenua de mí, pensaba que me iba a leer la familia y cuatro gatos más…
Claro que entonces todavía no sabía la clase de gatos que sois…
Ahora que ya lo sé, la presión es mucho mayor. Primero porque casi me da un patatús cuando descubrí la cantidad de gente que leía el diario. Segundo porque hoy me he sentido un poco como recién salida de Gran Hermano, que resulta que soy más conocida que la Charito y ¡yo no conozco a nadie! Tercero porque Rui no para de contaros que os llamaba macarras y pisa charcos y ahora me va a tocar reconducir esto.., que así cualquiera hace amistad. Y por último porque mucha gente me ha dicho hoy que le encantó leerme (gracias) y claro, ahora siento que tengo mantener el listón.
¿Y si la segunda vez ya no es como la primera? ¿Y si ahora se me da peor? ¿Podría ser que Marruecos deje de impresionarme?
Lo siento, lo confieso, esto último ha sido sólo para crear algo de tensión literaria… No tengo ninguna duda: ¡es imposible que Marruecos deje de sorprenderme!
Para empezar: A qué no sabéis a quien nos hemos encontrado en Nador? pues al mismísimo Mohammed VI. Que sí, que sí, que nos hemos cruzado con el Rey de Marruecos y su respectivo séquito.
Pero bueno, tampoco os voy a engañar, esto no es muy representativo de las experiencias que se pueden vivir aquí, que al fin y al cabo, rey sólo hay uno y ya es casualidad habernos topado con él…
También hemos visto a Samanta de Conexión Samanta con su camarita, vale tampoco es para tanto, con perdón Samanta.
Sin embargo, apenas hace unas horas que estamos aquí y ya hemos tenido experiencias más auténticas, de las que sólo pasan aquí, menos a mí no me pasan allí. Os cuento un par.
Hemos ido a comprar recargas de saldo para los móviles y hemos tenido algunas dificultades de comunicación. Nuestro francés no es mucho mejor que nuestro árabe… Pero nos hemos encontrado con un marroquí indignado residente en el País Vasco que no sólo se ha ofrecido para hacer de intérprete si no que nos ha echado una bronca de narices por dejarnos vapulear por Rajoy. Está convencido que el gobierno nos va a dejar a la altura de Argelia. Y eso aquí es muy muy malo. No creo que Cayo Lara nos lea, pero como nunca se sabe, este hombre nos ha dicho que le hubiese votado.
Después hemos cenado en uno de esos sitios alucinantes con las piezas de carne colgadas en la calle, en los que señalas con el dedo lo que quieres y te chupas los dedos y te mojas un kilo de pan con la grasita del cordero y las salsas picantitas, mmmmm, (cuánto he echado eso de menos), y luego pagas 4 euros (y cuánto he echado de menos eso también).
Estando allí hemos conocido a Cristobal, un chico de Bunyol que lleva seis meses en Guercif, aquí se ha asociado con dos chicos marroquíes y juntos se dedican a la instalación de placas solares. Están intentando introducirlas para el bombeo de agua en los pozos que se utilizan para el regadío, que ahora funcionan con gasolina. Un buen plan, ¿no? Mientras hablábamos con él y uno de sus socios, alguien ha comentado que uno de los participantes había tenido un problema eléctrico con el coche y no encontraban mecánico. Enseguida se han ofrecido para buscar un electricista y en menos de 5 minutos estaban de camino al hotel.
Me encanta la gente de aquí, hay que venir para aprender de ella. Estoy segura de que los venimos aprendemos.
Por cierto, hoy hemos recaudado 385,00€ para rehabilitar nuestra escuela en El Begaa.
Dos participantes portugueses médicos dentistas han aportado 300 cepillos dientes y otros tantos tubos de dentífrico y se han ofrecido para impartir un taller de cepillado para los escolares de El Begaa.
Entre todos los participantes, vamos a distribuir más de 800 kilos de material escolar.
En fin, macarras y pisa charcos: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!
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